Durante los últimos 4 años de mi vida he estado en una batalla interna la cual se basa en la siguiente pregunta: ¿por qué soy tan duro conmigo? esta pregunta la he intentado responder muchas veces y practicamente siempre me quedo igual, o sea, sin respuesta. Amigos y familiares coinciden en que, efectivamente, soy muy duro conmigo mismo y los parámetros con los que me mido son muy estrictos, independientemente de los resultados. A pesar de que sus comentarios son positivos y siempre buscan hacerme sentir mejor, resaltando mis talentos y fortalezas, por alguna extraña razón no calman la voz interna que constantemente está juzgando todo lo que hago y cómo lo hago. Esta voz ha generado en mi sentimientos negativos de fracaso e inseguridad, mismos que impactan negativamente en mi día a día. Creo que hasta hoy entendí el por qué. Toda mi vida crecí con la idea de que puedo ser, hacer y lograr todo lo que yo quiera en la vida. Esta ideología puede elevar tus niveles de autoestima y de seguridad interna tanto, al grado de convertirse en soberbia y arrogancia; y para serte franco, gran parte de mis 20’s confundí la seguridad y autoestima con la arrogancia y la soberbia. La raíz del problema no radica en lo estricto que puedo llegar a ser conmigo mismo, al contrario, enfocarte en tus debilidades sin la necesidad de constantemente resaltar tus talentos y fortalezas es un hábito que te permitirá superarte en todos los sentidos, entonces, ¿por qué me hace sentir mal exigirme y trabajar en mis debilidades? La respuesta es simple: por mi ego. Esta “epifanía” me llegó mientras leía el párrafo siguiente del libro “EGO IS THE ENEMY” de Ryan Holiday:
“Our cultural values almost try to make us dependent on validation, entitled, and ruled by our emotions. For a generation, parents and teachers have focused on building up everyone’s self-esteem. From there, the themes of our gurus and public figures have been almost exclusively aimed at inspiring, encouraging, and assuring us that we can do whatever we set our minds to. In reality, this makes us weak. Yes, you, with all your talent and promise as a boy wonder or a girl-who’s-going-places. We take it for granted that you have promise.
One might say that the ability to evaluate one’s own ability is the most important skill of all. Without it, improvement is impossible. And certainly ego makes it difficult every step of the way. It is certainly more pleasurable to focus on our talents and strengths, but where does that get us? Arrogance and self-absorption inhibit growth. So does fantasy and “vision.”
Hoy entendí que desde hace alrededor de 4 años existen dos Rafas: uno con el ego hasta el cielo y otro con hambre de superarse personalmente, y, como ya lo podrás haber imaginado, constantemente se están peleando. Por un lado me alegra saber que el problema de mi sentir no yace por exigirme y enfocarme en superar mis debilidades. En resumidas cuentas, mis sentimientos de inseguridad y fracaso nacen de un conflicto interno entre mi ego y mi humildad, y siendo honesto, el ego está acostumbrado a ganar, pues ha estado más tiempo en mi vida que la humildad. No te voy a mentir, es díficl dejar de alimentar al ego, y más si lo llevo haciendo tanto tiempo, pero son más mis ganas de hacerlo a un lado y vivir en un constante estado de superación personal, social y profesional. Es por esta razón que, cuando gana el ego, me siento tan mal conmigo mismo, porque en teoría sé como derrotarlo, pero en la práctica sigo con algunos hábitos que lo alimentan. Es más difícil de lo que parece, y más si lo llevo haciendo tanto tiempo.
Este auto-descubrimiento significa mucho para mí y la razón por la que te lo comparto, es para que aprendas de mis errores y no los cometas, o bien, si te encuentras en una situación similar, sepas que no estás solo y para todo hay una solución. Te recomiendo ampliamente que leas “EGO IS THE ENEMY” de Ryan Holiday, aún no lo acabo y ya me ayudó mucho más de lo que llegué a imaginar. Gracias por leer este arítuclo y espero haber aportado algo de valor a tu vida.
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