¿Estás logrando tus metas? ¿Te hacen feliz?

¿Alguna vez te has preguntado si las metas que te propones realmente te hacen feliz? ¿Te cuesta trabajo lograr lo que te propones?

Llega el 31 de diciembre y con su llegada lo acompañan los famosos y esperados ”Propósitos de Año Nuevo”. Ya sé que estamos en marzo de 2022, pero ¿a poco no es clásica esta listíta? Estoy seguro de que al menos una vez en tu vida has escrito en una hoja, en un archivo de notas del celular, o simplemente en tu mente algún objetivo que quieras lograr durante el año y muy probablemente le pierdes el rastro a las pocas semanas. Los clásicos son: bajar de peso, ganar más dinero, salir de viaje, ahorrar, por mencionar algunos. ¿Te suenan familiares? Pues a mi sí. No sabes cuántos años me he repetido: ¡Este es mi año! Y una vez más, llegando el último mes del año, me encuentro con una sensación de no haber logrado mucho, por no decir nada. Puede llegar a ser desalentador no cumplir con tus metas, pero la verdadera pregunta es ¿por qué y para qué me propongo lo que me propongo? Suena más profundo de lo que realmente es. La realidad es que durante la pandemia y hasta la fecha, me he cuestionado muchas cosas en mi vida, empezando por mis metas. El ejercicio de autocuestionarse es muy bueno. Te ayuda a reflexionar en lo que realmente te gusta, lo que no, priorizar los aspectos de tu vida, entre otros beneficios. A raíz de esto, se cruzaron en mi vida dos libros que me han cambiado la vida, literalmente: The 5 AM Club de Robin Sharma y Atomic Habits de James Clear. La información que encontré en ambos libros me hicieron replantearme todo lo que hago y cómo lo hago. Fue entonces que me di cuenta que llevaba alrededor de 15 años enfoncándome en metas, cuando siempre debí enfocarme en las acciones. ¿Suena obvio, cierto? Si tu eres una persona que presta poca atención a sus metas y echa toda la carne al asador en sus hábitos, de corazón, te felicito. Este artículo pretende dar un acercamiento práctico al concepto de metas, acciones y resultados y con ello puedas aprender la diferencia entre cada concepto (por muy obvia que parezca) y aplicarlo en tu vida. Toda la información que comparto contigo es una mezcla de distintas fuentes (las cuales iré mencionando según sea el caso) y mis propias experiencias. Espero que la información te sea útil, tanto como lo es para mi.

Acciones y Hábitos

De entrada, te diré algo que aprendí en el libro Atomic Habits de James Clear. Las metas u objetivos, aunque son importantes, no deben ser el foco de atención de tu vida. Su única función es ser una guía. Difícilmente vas a lograr tus metas enfocándote en tus metas. ¿Irónico, no? El verdadero enfoque de tu atención debe estar situado en tus acciones, o como bien dice James Clear, tus hábitos. Aunque acciones y hábitos puedan parecerse, uno antecede al otro. Es decir, una acción realizada durante un periodo de tiempo se puede convertir en un hábito. Por el contrario, una acción que no se repita lo suficiente no se convertirá en un hábito. ¿Por qué es importante la diferencia entre ambos? Verás, nuestro cerebro es una maravillosa máquina que al mismo tiempo coordina muchas tareas, tan sencillas como respirar o tan complejas como la digestión, equilibrar los niveles de sangre, procesar imágenes a través de la vista, etc. Además de todas estas funciones, nuestro cerebro tiene que tener suficiente capacidad para estar alerta todo el tiempo y poder enfocar nuestra atención a la tarea que estemos desempeñando en el momento (sin descuidar las otras tareas) como por ejemplo, leer este artículo. El hábito es el mecanismo del cerebro de automatizar acciones o tareas que se han repetido muchas veces y de esta manera sea el subconsciente quien se encargue de su desempeño y así nuestro cerebro siga teniendo espacio libre para las tareas que requieran toda nuestra atención. Si te interesa profundizar en el tema de los hábitos, te recomiendo ampliamente que leas Atomic Habits de James Clear y The Power of Habits de Charles Duhigg.

Sabiendo esto, queda muy claro porqué nuestra atención debe estar dirigida a nuestras acciones y hábitos. Al enfocarnos en nuestras acciones, podemos convertiralas en hábitos productivos, que serán desempeñados en piloto automático por nuestro subconsciente. Por supuesto, es un arma de doble filo, pues si tus acciones son contraproducentes se convertirán en hábitos negativos que de igual forma se ejecutarán en automático. Así que presta mucha atención a todo lo que haces día con día y pregúntate si lo que haces te acerca o te aleja de tus metas.

¿Cuál es la diferencia entre metas y resultados?

En mi opinión ambos (meta y resultado) son resultados, así como suena. La diferencia está en el tiempo. Una meta es infinita y un resultado es finito y se puede cuantificar. Para explicarlo, tomaré como ejemplo una de las “metas” más comunes: bajar de peso. Bajar de peso no es una meta, es un resultado de haber hecho las acciones correctas durante el tiempo mínimo necesario. Así que de entrada, para mi, bajar de peso no es una meta aceptable. Bajar o subir de peso (según tu meta) puede ser un resultado de tener buena salud (meta). Les recuerdo que son ejemplos y no consejos de salud. Si quieres acciones detalladas de qué hacer y qué no hacer para mejorar tu salud, consulta a tu doctor de confianza.

Para reforzar el ejemplo, les dejo esta tabla:

Enfócate en las acciones y conviértelas en hábitos.

Como puedes ver en la tabla, la meta es bastante vaga. Ese es el punto de la meta, solo que sea tu guía y en este ejemplo, basta con que la meta sea tener buena salud para que sepas qué tienes que hacer para lograrlo. Curiosamente, mientras más te enfoques en las acciones y menos te importen los resultados, mejores hábitos formarás. Con el tiempo los resultados aparecerán como por arte de magia. Así que si lo que quieres es bajar de peso, olvídate de eso. Mejor ponte como meta tener una mejor salud para poder vivir más tranquilo y feliz. Pero no bastará con eso para que suceda. Haz una lista de lo que tienes que hacer, consulta cuanto experto, libro, artículo, etc. con información fidedigna y comienza hoy. Como puedes ver, el factor del tiempo es importante e innegable. El tiempo puede ser tu mejor aliado o tu peor enemigo, dependiendo de tus acciones.

Esta metodología la puedes aplicar para cualquier propósito que tengas. Recuerda categorizarlo correctamente, pero sobre todo, enfócate en tus hábitos. Es la clave de tu éxito o fracaso en la vida. Espero que te haya gustado este artículo y la información te haya sido útil. Es el primer artículo que escribo, así que hazme saber todas tus críticas, comentarios y temas que te interesarían leer. Gracias por tu valioso tiempo y leer mis pensamientos. ¡Disfruta al máximo de tu vida!